Lo que comienza por una adicción acaba convirtiéndose en una necesidad del cuerpo y del cerebro.
De las hojas del tabaco elaboradas se han extraído más de 3040 compuestos químicos, la mayoría pertenecen a la propia hoja, pero otros dependen del sistema empleado para cultivar, de las propiedades de la tierra donde se cultiva, del uso de compuestos químicos usados por los agricultores…Además de los compuestos de la propia planta hay que tener en cuenta aquellos que resultan del proceso de pirólisis cuando se fuma tabaco. Y todos ellos afectan a nuestro cuerpo. Según la NIDA, US Department of Health and Human Services, la nicotina es tremendamente adictiva, actúa como estimulante y sedante del sistema nervioso central. Su ingestión tiene como resultado un estímulo casi inmediato, porque produce una descarga de epinefrina de la corteza suprarrenal. Esto estimula el sistema nervioso central y algunas glándulas endocrinas lo que causa la liberación repentina de glucosa. El estímulo va seguido de depresión y fatiga, lo que lleva al adicto a buscar más nicotina. La nicotina se absorbe con facilidad, y con el uso regular se acumulan concentraciones de nicotina por el día que persisten durante la noche. La nicotina absorbida al fumar llega en tan solo unos segundos al cerebro y tiene un efecto directo en el cuerpo hasta de 30 minutos. Lo que comienza por una adicción acaba convirtiéndose en una necesidad del cuerpo y del cerebro de consumir nicotina, que acabará modificando las conductas de la persona y afectando al estado anímico de la persona.
Fuente: Todo sobre el tabaco, Conrado Granado.
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