Fumar implica una dependencia fisiológica a la nicotina y a las más de 400 sustancias que contiene un cigarro; una dependencia emocional cada cigarro tiene un valor emocional para nosotros; y una dependencia conductual, nos hemos creado unas rutinas en las que los cigarros marcan el ritmo. Cada una de estas dependencia son un gran candado bien cerrado que me mantiene atado al tabaco, ¿qué pasaría si vamos quitando candados? 

Empecemos por el más sencillo, las rutinas.

 Esta mañana he decidido no hacerle caso a mis rutinas, para empezar me he levantado 10 minutos más tarde, siempre anhelando un ratito más en la cama, pues deseo concedido, ya me puedo levantar cada día un poco más tarde. Luego me he dado una buena ducha, he desayunado mirando por la ventana (en lugar de en la cocina) mientras hojeaba en el móvil el facebook y mis whatsapp y me he ido a trabajar. En el trabajo he cambiado las cosas de sitio, he decidido customizar mi puesto, un día me dijeron que dejar de fumar era como mudarse de casa, los primeros días intentaría hacer lo de siempre, hasta que lo de siempre fuera diferente, si te has cambiado de casa, sabes de lo que hablo, cuántas veces has ido en el coche y upsss!!! ya te habías vuelto a equivocar de camino, ayyyy, estos automatismos!!! 

Eso es lo que tenemos que controlar, si cambiamos las cosas de orden, de lugar, o incluso el modo de hacerlo, el automatismo se reconduce, dando paso a poder crear uno nuevo…eso me recuerda a la gente que pinta su casa y decide que dentro ya no se fuma, o a los que se compran un coche nuevo y dejan de fumar dentro. 

Te propongo que intentes cambiar tantas rutinas como puedas y nosotr@s te ayudamos con el método SENSETABAC para lograrlo!

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